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13 jul 2009

El B.O.P.E. el S.W.A.T la policia de Brasil en las favelas.



El B.O.P.E. desde dentro, la organizacion:

El BOPE (Batallón de Operaciones Policiales Especiales) es la tropa de élite de la policia de Brasil. Su entrenamiento se asemeja al de los rangers, el SWAT y otro tipo de brigadas especiales. Se caracterizan por realizar incursiones en las favelas del país contra el narcotráfico reinante en las mismas con una estrategia y armamento importante y potente. Cuentan con el apoyo del gobierno brasilero ya que en algunos casos, por su entrenamiento especial es el único grupo capaz de resolver conflictos que la policía convencional no puede. Suelen utilizar métodos de tortura. Existe una película basada en esta brigada llamada, Tropa de élite.

Actúa en operaciones de alto riesgo, incluidas las redadas en los barrios de favelas y las situaciones de enfrentamiento con los narcotraficantes utilizan armas de uso exclusivo de las fuerzas armadas. Por ese motivo, el grupo está equipado con armas de uso restringido a las Fuerzas Armadas brasileñas, como la ametralladora Heckler & Koch HK21 A1 calibre 7.62x51mm OTAN. El arma ha sido utilizada por GSG 9 alemán y todavía está en uso por las tropas de países como Portugal y Paraguay. A pesar de que su fabricación se interrumpió en Alemania a partir de las fuerzas policiales de este país han adoptado las más modernas, HK21E, sigue siendo actualmente producida bajo licencia en Grecia, Mexico, y Portugal.



Historia

El 19 de enero de 1978 la Policia Militar del Estado de Río de Janeiro crea la Unidad denominada "Núcleo de Compañía de Operaciones Especiales" que formaba parte de la Policía Militar, el BOPE es la evolución de este grupo original creciendo en número y jerarquía, funcionando en las instalaciones del CFAP – 31, subordinado directamente al Jefe del Estado Mayor de la Policía Militar de Río de Janeiro.

En el Boletín Nº 33 de la Policía Militar, del 07 de Abril de 1982, y por Resolución del Comandante General de la corporación, el denominado "Núcleo de la Compañía de Operaciones Especiales" comenzó a funcionar en las instalaciones del Batallón de la Policía de Choque (una unidad similar a nuestra Guardia de Infantería) siendo parte orgánica de esa unidad, recibiendo la denominación de "Compañía de Operaciones Especiales" (COE)

El 27 de Junio de 1984, a través de la publicación en el Boletín Nº 120 de la Policía Militar, el COE pasó otra vez a ser llamado Núcleo de la Compañía de Operaciones Especiales (NuCOE), funcionando en las instalaciones físicas del regimiento Marshal Caetano de Farias, siendo subordinado solamente administrativamente al Batallón de Policia de Choque (BPChq), transformando su subordinación operacional a la cabeza del EMG (Estado Mayor General).

Más adelante, por Decreto Nº 11.094 del 23 del marzo de 1988, fue creada la Compañía Independiente de Operaciones Especiales (CIOE), desarrollando sus tareas en todo el estado de Río De Janeiro. Finalmente, por Decreto Nº 16.374del 01 de marzo de 1991 se crea el "Batallón de Operaciones Policiales Especiales" (BOPE), estando extinto el CIOE. Actualmente el trabajo del BOPE en situaciones críticas o misiones específicas es regulado por la Nota Nº 004/02 de la instrucción - EMG, estando la unidad subordinada administrativa y operacionalmente al personal general de la corporación (nº 090 de Bol/PM de 18 de mayo de 2007).

En el año 1994 el Estado de Santa Catarina crea a forma y semejanza del de Río de Janeiro una unidad de fuerzas especiales policiales, al transformar su antiguo Batallón de Choque de la policia militar en una unidad BOPE. Desde el año 2000 el BOPE posee instalaciones propias en la ciudad de Tavares Bastos en el barrio de Laranjeiras y posee cobertura operacional en todo el Estado de Río de Janeiro.

Su último Comandante, el Teniente Coronel Mario Sergio Brito Duarte es actualmente Asesor en la Secretaria de Seguridad. En una declaración periodista Brito Duarte afirmaba que en Brasil estaba atravesando actualmente un conflicto de baja intensidad. La respuesta: BOPE


Los "Caveirões"


El BOPE emplea camiones blindados, oficialmente llamados "paz", pero popularmente conocido como "Caveirões" [1] , principalmente en operaciones en los barrios y suburbios donde hay conflicto con los traficantes que utilizan armamento pesado. Los camiones tienen capacidad para un escuadrón de 11 hombres pero no tienen armamento propio, sino que emplean el poder de fuego de las armas del propio escuadrón policial. El chasis que utilizan los vehículos son los del camión Ford Cargo 815, considerado inadecuado por los expertos, ya que el peso del vehículo, con los policías, supera las 8 toneladas de peso bruto para el que el chasis fue diseñado.

El principal objetivo de los camiones blindados es proteger la vida de los miembros de la guarnición y romper las barreras físicas utilizadas para obstaculizar su paso. Los tanques son también esenciales para apoyar el rescate de las unidades de policía y de los heridos atrapados en las situaciones de enfrentamiento.

Actualmente, la Policía Civil del Estado de Rio de Janeiro y Militar ya tiene doce vehículos de este tipo, uno de ellos para la Policía Civil y el otro para la Policía Militar.

El caveirão se utiliza cuando el riesgo es alto en las laderas, aguanta disparos del calibre 7,62 mm tanto de fusil como de ametralladora.




Armamento

Debido a las exigencias de su situación en operaciones especiales, disponen de armamento diferenciado al de los policías convencionales, como por ejemplo:

* Fusil FAL calibre 7.62x51 fabricado por IMBEL
* Fusil Para-FAL calibre 7,62x51 fabricado por IMBEL
# Fusil Colt M16 calibre 5.56x45
# Carabina Colt M4A1 calibre 5.56x45
# Fusil AK 47 calibre 7.62x39
# Fusil HK G3 calibre 7.62x51
# Fusil HK PSG calibre 7.62x51
# Ametralladora ligera Madsen calibre 7.62x51 con bípode (arma antigua, con cargador curvo montado sobre el cajón de mecanismos)
# Carabina M1 calibre .30 (7.62x33)
# Escopeta Benelli M3 (modelo Pump-action)
# Pistola Taurus PT 92 calibre 9mm
# Pistola Taurus PT 100 calibre .40
# Subfusiles HK MP5 e MP5K calibre 9mm
# Subfusil FN P90 calibre 5.7x28
# Ametralladora ligera HK21 A1 calibre 7.62x51
# Explosivos de uso militar
# Granadas


Artes Marciales

Debido a las misiones de alto riesgo con las que se enfrenta el BOPE, sus integrantes deben estar preparados para responder ante cualquier agresión, eso incluye el combate cuerpo a cuerpo. Siendo así este cuerpo de élite procura estar actualizado y entrenado en diversos tipos de artes marciales tales como: Jiu-Jitsu: Arte marcial de origen indio, acunada en japón y evolucionada en Brasil a través de las técnicas del judo para dar el Jiu Jitsu Brasileño. El BOPE trabaja especialmente el jiu jitsu No Gi, es decir sin quimono, conocido en España como grappling o lucha de sumisión, en el cual se trabajan técnicas de luxación, estrangulación, dolor y sumisión con el objetivo de someter al rival para su detención o dejarlo fuera de combate de forma rápida y efectiva. Los integrantes del BOPE tienen rango mínimo de cinturón azul (faixa azul) en jiu jitsu brasileño. Muay-Thai: Arte marcial de origen tailandés, basada en técnicas de golpeo con todas las partes del cuerpo, puños, codos, piernas, rodillas, cabeza. Kombato y Luta Livre: Sistemas de lucha de origen brasileño, aplicados tanto a nivel policial y militar como en la luchas de vale tudo.

Entrada a la BOPE

Para participar en la BOPE se necesita ser candidato de la policía militar durante un mínimo de dos años, teniendo una excelente condición física, y aprobar el reconocimiento médico y psicológico.

Hay dos tipos de curso, uno para cada una de las divisiones del batallón:

* Curso de Acción Táctica(CAT), con una duración de dos meses, dirigió el rescate de rehenes.
* Curso de Operaciones Especiales(COEsp), con una duración de tres a cinco meses, con el objetivo de preparar a la policía para asistencia en zonas de conflicto.

También está el curso Patrullaje en zonas de alto riesgo (CPAAR), opcional para los cadetes de segundo año de la Academia de la Policía Militar Dom Joao VI, y la Etapa Las solicitudes Tácticas (EAT), ofrecido a los cadetes de tercer año de la APM Dom Joao VI, y las plazas de otras unidades de PMERJ, de acuerdo con el calendario establecido por la Corporación.

1º Curso de Operaciones Especiales (COE)

El Curso de Operaciones Especiales dura 14 semanas.

El curso de Operaciones Especiales tiene por objeto habilitar a Oficiales y Sargentos (Cat “B”) y Cabos y Soldados (Cat “C”) para ejecutar misiones especiales, se evalúa su estado físico y se actualizan los conocimientos necesarios para desarrollar tareas de fuerzas especiales, el énfasis en el entrenamiento esta dirigido a las acciones en áreas urbanas y rurales.

a) de Habilidades Específicas (caráter eliminatório) – Son sometidos al Test de Habilidades Especificas (THE) todos los candidatos juzgados aptos para el examen. Las pruebas pueden ser consultadas aquí: http://www.boperj.org/cur_op_esp.htm

B) Examen Físico (caráter eliminatório y clasificatório) –
a.Corrida de 12 minutos – mínimo 2.400 metros;
b.Flexiones en barra – mínimo de 10 (diez repeticiones)
c.Abdominales – mínimo 44 repeticiones en 1 minuto.
d.Natación - 200 metros estilo libre en un máximo de 5 minutos
e.Corrida de 100 metros en 15 segundos.


2º Curso de Acciones Tácticas (CAT)

El Curso dura 5 semanas y se realiza en dependencias del Batallón de Operaciones Policiales Especiales en Río de Janeiro.

Un curso de Acciones Tácticas que tiene por objeto habilitar a: Sargentos, Cabos y Soldados para ejecutar misiones que requieran preparación técnica, física y psicológica. Se implementa a través de sesiones prácticas intensivas que proporcionen un perfecto adiestramiento, con énfasis en acciones en áreas urbanas.

3º Aprendizaje de Aplicación Táctica (EAT)

Dura 5 días y esta dirigido al personal policial que operara en favelas o en algún otro escenario de alto riesgo.

Objetivos:

Aumentar el nivel de eficacia en las acciones.
Racionalizar la aplicación de recursos humanos y materiales.
Promover condiciones operacionales de respuesta rápida, con firmeza y competencia.
Reducir riesgos institucionales, personales y sociales.
Aplicar el uso selectivo de la fuerza.

Prácticas:

Equipo de intervención, formación táctica, conducta de progresión y acercamiento a objetivo.
Técnicas de progresión en situación táctica, traspaso de obstáculos, avance, movimiento y protección en zonas urbanas.
Técnicas de Tiro para casos de contacto cercano con marginales y confrontación inminente.
Ingreso a edificios y a construcciones típicas de las favelas.

Horario de Servicio: turnos de 24 horas seguidos por 72 horas de descanso (24 x 72).

Salario: Un soldado (sic) obtiene un salario equivalente a 1 200 reales, mientras que un Teniente gana 2 500 reales (valores líquidos en mano, es decir $ 2.100 y $ 4.375 Pesos respectivamente).
La realidad vista desde los periodistas:

Guerra en las favelas

La lucha contra el narcotráfico en Brasil

Buscan, capturan y matan. EL PAÍS presenció una operación de la brutal policía militar de Río de Janeiro

Favela de Rebú, a las 9.30. Las aspas del helicóptero de la Coordinadora de Recursos Especiales (CORE), el eufemismo con que se denomina a la tropa de élite de la Policía Civil de Río de Janeiro, quiebran con su estruendo el silencio del amanecer en la periferia oeste de la ciudad. Por tierra, un convoy de 30 todoterrenos encabezados por un carro blindado (el temido caveirão en la jerga carioca) ocupa y cierra el principal acceso al suburbio. Ciento veinte hombres uniformados de negro y pertrechados con armamento de guerra (fusiles de asalto M-16 y FAL-762, ametralladoras M-60 y chalecos antibala) forman dos columnas que rápidamente se dispersan por ambos flancos de la arteria principal de la favela. Las callejuelas están desiertas: alguien ha dado la voz de alerta minutos antes del desembarco de la policía. Comienza una operación más de la CORE, uno de los dos cuerpos de élite de Río, polémico por la brutalidad con la que actúa allí donde la policía convencional no se atreve a pisar.

En Rebú campa a sus anchas la facción criminal Comando Vermelho (Comando Rojo). Los narcotraficantes han establecido en las angostas callejuelas de la favela varias bocas de fumo (puntos de venta de droga) y han dictado leyes paralelas para legislar la vida de sus moradores: todo el mundo está obligado a colaborar con la firma y no se permiten robos dentro ni en las inmediaciones de la comunidad. El Comando Vermelho ofrece a cambio protección al vecindario y, con los réditos de la cocaína, de vez en cuando subvenciona pequeños gastos domésticos a quien lo pide, como la bombona del gas o algún medicamento de urgencia. Hoy, inusualmente, los delincuentes no han saludado con tiros la llegada de la policía.

La operación, lanzada el pasado mes de julio, tiene por objeto capturar a los jefes del narcotráfico, los dueños de las bocas de fumo, vivos o muertos. En Río se da por hecho que la CORE, así como el Batallón de Operaciones Especiales de la Policía Militar de Río (BOPE), tiene carta blanca para casi todo: puede disparar a bocajarro, puede registrar viviendas sin autorización judicial, puede someter a dramáticos interrogatorios a cualquier sospechoso de manejar información sobre las personas buscadas.

Ronaldo Oliveira, jefe del grupo especializado en Robos y Hurtos de Automóviles (DRFA), capitanea la columna derecha. Ahora, el silencio en la favela es casi absoluto, sólo roto por el leve crujido de la gravilla bajo las botas de los efectivos y por el llanto premonitorio de un niño, que instintivamente percibe el sinsentido que se avecina. Oliveira no se dirige a sus soldados con palabras, sino con un intrincado código de gestos que sólo manejan los hombres de la CORE y del BOPE.

El mando da la orden y su columna abandona la arteria principal, desplegándose con agilidad por una callejuela adyacente. Comienzan los registros. El grupo está encabezado por un sujeto cubierto con un pasamontañas negro y un sombrero de camuflaje; es el sabueso de la operación, lo que se conoce en la jerga del crimen como un X9, un chivato o desertor del narcotráfico que pretende pagar algún favor de la policía entregando algunas cabezas más importantes que la suya. El individuo señala con el índice la puerta de una casucha.

La CORE no acostumbra a llamar a la puerta; directamente, intenta abrirla por los cauces civilizados y, si no puede, la echa abajo a patadas o, como último recurso, recurre a los explosivos. No sabemos si éste es el caso, ya que la policía afirma que fueron los narcos los que lanzaron una granada contra la puerta, pero el estallido dispara el pánico en la favela, y ahora el olor a pólvora, el humo, el polvo y los astillazos se mezclan con el grito de las mujeres y el llanto compungido de los niños.

Oliveira pide cobertura a sus hombres y entra el primero en la casa encañonando con un M-16 todo lo que parece moverse entre la humareda. Sale una mujer de una habitación pidiendo entre sollozos misericordia para su marido. El policía ni se molesta en contestarle; simplemente, la aparta de su camino con el antebrazo y penetra en el habitáculo, donde encuentra escondido en un armario a A. R. M., uno de los principales cabecillas del narcotráfico en la favela de Rebú, que se entrega sin oponer la mínima resistencia.

El delincuente es conducido al acceso principal de la favela, donde queda exhibido, como si de un trofeo de caza se tratase, ante los periodistas que cubren la operación. Junto a él se encuentran esposados otros cuatro presuntos criminales, algunos de ellos, con claras señales de violencia en el rostro (un ojo morado, algo de sangre coagulada en la comisura de los labios...). No son personas con aspecto de delincuentes peligrosos, sino adolescentes descamisados, con los ojos inyectados en sangre de fumar marihuana o crack.

A sus pies también han quedado expuestos el abundante material bélico y las drogas incautadas: tres subfusiles Uzi, dos AK47, dos pistolas, varias bombas de fabricación artesanal (cilindros de aluminio rellenos de pólvora y metralla) y varios cientos de papelas de cocaína. Éstos son los temidos soldados del narcotráfico de Río: desheredados de la tierra, en muchos casos, sin noción del bien y del mal, drogados y armados hasta los dientes.

"Los crímenes aquí son muy violentos. Normalmente, son perpetrados por jóvenes de 17 a 25 años con una capacidad mental bien reducida, que salen a la calle para hacerse con dinero rápido, y acaban matando a su víctima y cometiendo otras atrocidades", explica de una manera bastante gráfica el comisario Oliveira.

Hoy, en Rebú, la CORE ha sido razonablemente quirúrgica y no se han producido víctimas mortales, pero a pocos kilómetros, en la favela de Coreia, la policía militar ha intervenido con menos contemplaciones y ha matado a tres personas.

En Río de Janeiro, esto hace tiempo que dejó de ser noticia: la prensa local cuenta con secciones fijas en las que casi todos los días se narra la guerra en las favelas y se contabilizan los muertos. Según los datos que maneja la propia policía militar, en 2007 se produjeron 20 bajas de efectivos en choques armados en el municipio de Río. En lo que va de 2008, 10 policías militares han muerto. Estas cifras contrastan sospechosamente con las bajas que se cuentan en el otro bando; según el Instituto de Seguridad Pública de Río de Janeiro, sólo en el primer semestre de este año se registraron 472 civiles muertos en lo que la policía considera bajas legítimas provocadas por la resistencia de los criminales a la autoridad. En el mismo periodo del año pasado, el número de muertes ascendió a 509. "Estamos ante una eficacia policial absurda", comenta a este diario el sociólogo español Ignacio Cano, miembro del laboratorio de Análisis de la Violencia de la Universidad Estatal de Río de Janeiro (UERJ). "No conocemos otra policía en el mundo que cause tantos muertos en sus intervenciones como la de Río. Infelizmente, esta realidad responde a una concepción política de la seguridad pública", añade.

Según Cano, la policía de operaciones especiales carioca tiene tres rasgos propios que la alejan de cualquier otro cuerpo policial del planeta. Primero, se trata de una fuerza militarizada que responde a una estrategia militar; es decir, los objetivos son eliminar al enemigo y ocupar su territorio. En segundo lugar, cuenta con un poder de fuego indiscriminado que causa gran número de víctimas inocentes. Por último, y como consecuencia de lo anterior, los ciudadanos pasan a un segundo plano cuando se toma la decisión de intervenir. "Una policía europea que actuase así en áreas densamente pobladas, como son las favelas, sería inaceptable", concluye el experto en violencia policial.

En el último informe anual de la ONG Human Rights Watch, en la rúbrica dedicada a la violencia policial en Brasil, se afirma: "Los policías que cometen abusos son raramente sancionados, y, algunas veces, estos abusos son justificados por las autoridades como una consecuencia inevitable de sus esfuerzos por combatir las altas tasas de criminalidad en Brasil".

En la misma línea, el fogueado reportero carioca Bartolomeu Brito, con 25 años de experiencia en la cobertura de conflictos en favelas (sus reportajes inspiraron el guión de Ciudad de Dios, del director Fernando Mireilles), opina que la policía "primero dispara y después pregunta". "Existe una solución a largo plazo: que las autoridades desmantelen las favelas y reubiquen a sus moradores en lugares decentes. Pero, infelizmente, los políticos sólo pisan estos lugares cuando necesitan pedir votos. Una vez que pasan las elecciones, vuelven a desaparecer", denuncia el periodista.

El comentario viene a cuento porque el domingo 26 de octubre se disputará la alcaldía de Río de Janeiro, entre otras muchas, en la segunda vuelta de las elecciones municipales brasileñas. Durante estos días, los candidatos a alcalde y a concejales se afanan en hacerse fotos, sonrientes, junto a los vecinos de las favelas, donde se concentra el 19% de la población carioca.


Fuente:Guerra en las favelas · ELPAÍS.com

Sobre el peliculon "TROPA DE ELITE"

ENTREVISTA CON JOSE PADILHA, DIRECTOR DE "TROPA DE ELITE"





No quiere etiquetas. El brasileño Jose Padilha busca la verdad. Encontrarla en una frenética operación policial en las favelas de Río de Janeiro era difícil, pero "Tropa de Elite", tras conmocionar Brasil y ser vista por millones de personas antes de su estreno, ha seducido también a un grande del cine político, Costa Gavras. No sólo no ha hecho caso omiso de los que la acusaban de fascista, sino que la ha bendecido con el Oso de Oro en Berlín.

¿Fascista o documentalista?

No quiero etiquetar a los procesos sociales. Tenemos que explicar qué es lo que hace que las calles en Río de Janeiro sean tan violentas y, mientras fui acusado de comunista por mi anterior película, Onibus 174, ahora me dicen que soy fascista. ¿Qué es lo que pasa? Lo que cuento no tiene nada que ver con ideologías. Y, bueno, documentalista tampoco. La realidad es peor que lo que mostramos en la película.

¿Cómo se fraguó el fenómeno ‘Tropa de Elite’?

Fue puro anti-márketing. Mientras la película se convertía en un superéxito clandestino, nosotros no veíamos ningún beneficio. Había una copia de DVD que tres meses antes de estrenar el filme fue robada y distribuida hasta alcanzar 9,5 millones de espectadores. Todo el mundo en Brasil odia a la policía y la gente enloqueció. El BOPE (Batallón de Operaciones Policiales Especiales) se vio reflejado en la película y trató de impedir el estreno. Mientras, algunos locales cobraban entrada por mostrar la copia pirata. Luego, cinco millones de personas fueron al cine a ver la película.

¿Y qué tiene la película de novedoso?

Tropa de Elite separa la política de la sociedad y busca el germen de la violencia en otras cosas. De hecho, esta película se analiza mejor desde una perspectiva económica. JohnVon Neuman aplica la Teoría de Juegos, de John Nash, a la conducta social, y esa es la idea de la película. No sabrás moverte en una sociedad si no sabes las reglas del juego. Y las reglas no sólo son las leyes, sino los patrones de comportamiento.

Pero la policía tiene una problemática más compleja que todo eso...

La policía en Brasil coge a gente sin formación, con un sueldo de 500 dólares al mes y una pistola. El resultado de esas reglas es que de 40.000 policías, 30.000 son corruptos. Toman la ideología de la violencia para poder sobrevivir a su contexto. Esta gente tiene que pensar que es más fuerte que nadie, aunque eso les lleve a la tortura.

¿Es una justificación?

No, es una de las consecuencias de las reglas del juego. Otra regla errónea es que la marihuana esté prohibida. Para conseguirla tienes que entrar en contacto con narcotraficantes en las favelas. Personalmente, creo que la marihuana no es químicamente más agresiva que el alcohol y, ¿qué pasó en Estados Unidos durante la Ley Seca? Que propició el auge de la mafia.

Y como fondo de todo, la Iglesia.

Sí, pensé en la operación más absurda que se me ocurriera y llegué a la conclusión de que una visita del Papa era lo que buscaba. Que maten a personas para recibir a un líder religioso condensaba unas cuantas contradicciones.

Pero ¿cómo se ve todo desde arriba, desde la clase media?

Hay mucha hipocresía en Brasil. Si eres de la clase media, como yo, los policías te tratan de manera diferente. Si la clase media sufriera las mismas consecuencias que la clase baja, ya habría buscado una solución.




Su pelicula "Tropa de Elite" ha ganado el Oso de Oro en la Berlinale. La cinta, un crudo retrato de la corrupción policial en Rio de Janeiro, conmocionó a su país y fue vista por millones de personas antes de su estreno.



Fuente: Pblico.es - Culturas

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