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Gracias.
4 nov 2008
Tiene el punto G en la oreja
Tiene el punto G en la oreja
Encuentra el placer cuando le tocan la oreja derecha.
"El punto G es una delicia, aunque lo tengas en la oreja." Eso dice Marie-Sophie, una francesa cuya peculiaridad reside en su oreja derecha. Ella es feliz y su marido la complace siempre que puede.
"Es peor, al fin y al cabo, no saber dónde está situado el punto G que tenerlo en la oreja." Eso es al menos lo que opina Marie-Sophie, una francesa de 39 años que un día, hace dos años, descubrió que si alguien la tocaba en la oreja derecha se volvía loca de placer.
Ha sido objeto de grandes estudios. Según los especialistas consultados, el famoso punto G se localiza en el interior de la vagina, a unos seis centímetros de la entrada. Se trata de una zona particularmente sensible, cuyo tamaño aumenta cuando es excitada. El tamaño del punto G en reposo, es aproximadamente el de un guisante. Sin embargo, estas características corresponden a la mayoría de las mujeres, pero no a todas. En algunas féminas, la búsqueda del punto G supone un auténtico viaje de exploración, en muchos casos, un viaje sin fin. Muchas veces sólo la casualidad permite a la mujer hallar su punto en el lugar más insospechado del cuerpo. Se conocen ejemplos realmente exóticos.
Es el caso de Marie-Sophie O., cuyo punto G está situado en la oreja derecha: "Me di cuenta gracias a los bastoncillos de los niños", explica. Sin embargo, ella sentía un inmenso placer en la oreja derecha desde muy joven. "Me proporcionaba un placer indescriptible ponerme y quitarme pendientes, pero no sabía porqué. Sin embargo, hace dos años, estaba limpiándome la oreja derecha y, de repente, tuve un orgasmo. Fue entonces cuando decidí visitar un especialista". La doctora Michelle Hourdain, eminente sexóloga, diplomada en la Sorbona de París, examinó a Marie-Sophie y las conclusiones fueron claras: "Mi paciente tiene el punto G en la oreja."
Sophie, casada y con dos hijos, tiene sin embargo un comportamiento sexual normal, excepto en lo que respecta a su oreja derecha. "Mi marido", explica Marie-Sophie, "me complace a veces tocándome con el dedo mientras lee. Él no se suele excitar, pero lo hace por mí."
El último descubrimiento de Marie-Sophie son los walkman: "Me vuelve loca ponérmelos a todo volumen."
Sacado de aca
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5 comentarios:
Es una suerte que este caso sea una excepción. Yo odio que me toquen la oreja.
Saludos!
Claro se complica con el mp3, que bajón.
estoy de acuerdo con Luna, odio que me toquen las orejas!
hay cada cosa mirá!
besote Border!
Ese artículo parece sacado de la revista Humor.
No te lo creo ni ahí. Pero igual la envidio ¬¬.
es de la NAH!!!
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