Destilo odio y bronca.
No se puede masticar.
Quisiese digerirla como si fuese un tictac.
Camino por las calles y necesito patear a ese ejercito de mierdas que desean rodearme.
En el piso ya pateados niegan tal identidad.
Pero no les creo, los pateo igual.
Me atrapan y me llevan
a un acolchado lugar
blanco y esponjoso,
Pero no me dejan una puta almohada para descansar.
Ya estoy midiendo al enfermero
cuando venga a limpiar,
Una patada voladora de regalo a su casa se va a llevar.
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